El alza del 3,5% se origina por la actualización del impuesto a los combustibles, pero las petroleras también aprovecharon para compensar parte del atraso de precios.

La medianoche del viernes será testigo de un nuevo aumento en el precio de la nafta, a apenas diez días del último incremento que experimentó el surtidor. Del mismo modo que ocurrió en las ocasiones anteriores, con la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos que tienen que pagar las petroleras, la carga tributaria es traslada a los precios y absorbida por el consumidor. En esta oportunidad, el promedio de los combustibles aumentará un 3,5%.
“Este ajuste incluye el aumento del componente impositivo (ILC y IDC) del 7,7% que entró en vigencia a partir del 15 de enero”, justificaron desde YPF, aunque la suba también contempla una actualización para reducir un atraso reconocido por todo el sector y el propio gobierno.
Desde agosto hasta la fecha, el precio de los combustibles acumula un incremento de casi el 28% en promedio en el país y que, en el caso del AMBA, alcanza el 35% debido a la política de reducir las diferencias de precios entre las distintas regiones del país.
A pesar del aumento sostenido desde el descongelamiento de precios en agosto, las petroleras continúan aduciendo un atraso en el precio de los combustibles. En mayo o menor medida, cada elemento que podía ejercer algo de presión sobre los costos productivos se terminó viendo reflejado en el precio final.
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Al margen de una nueva actualización del ICL, son varios los factores que explican este segundo ajuste en lo que va del año: un mes atrás, la cotización del dólar estaba más de $3 por debajo del $85,66 actual; el Brent aumentó considerablemente en los últimos días y, con el duro invierno y segunda ola de Coronavirus como telón de fondo en Europa, el precio internacional del barril ronda los USD56.
A este escenario también se suma la pugna entre las petroleras y las productoras de biocombustibles. El 5 de enero pasado, este último actor obtuvo el aval del Gobierno para aumentar la cotización del bioetanol y el biodiesel en forma escalonada hasta mayo incluido.
Con la certeza de que los precios del biodiésel y el bioetanol acumularán, en los próximos cinco meses, un alza del 91% en y 56%, respectivamente, parece haber un terreno dado para que se siga desarrollando un ajuste periódico en las naftas por lo menos hasta mitad de año.
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A su vez, el INDEC dio a conocer el índice inflacionario de diciembre, que alcanzó el 4%, registro mensual más alto de todo el 2020 y que fue pico de una escalada que desde agosto no bajó del 2% mensual.
La nafta suele ser es un componente clave en el aumento de varios productos y el mes pasado, el precio de los combustibles tuvo una suba del 4,5%, la más alta desde agosto. Ya con dos aumentos concretados en lo que va de enero, esa marca fue superada ampliamente (6,5%) y todo indica el IPC no tendrá demasiado margen para variar respecto de esta tendencia.